martes, 11 de octubre de 2011

MISTERIOS DEL TRANSPORTE URBANO

MISTERIOS DEL TRANSPORTE  URBANO
Varias son las historias que circulan en distintas ciudades del país en torno a los medios de transporte, los que por su naturaleza móvil y por la extensión de sus recorridos, constituyen escenarios propicios para la construcción y circulación de relatos.

LA CRIATURA ACECHANTE


Cuentan los vecinos de Ciudadela, Provincia de Buenos Aires,
que cierta noche un colectivo de la –por entonces– línea 237 pasaba en su habitual recorrido por la Avenida Alvear.

Al llegar a la altura del Cementerio Israelita, uno de los pocos pasajeros que viajaban a esas horas, vio una nube blanca que provenía del camposanto y que se acercaba hacia el vehículo.



Cuanto más se aproximaba, se definían y perfilaban nítidamente sus rasgos de mujer. Durante un breve lapso, la extraña criatura acompañó el paso del transporte, flotando a la par, hasta que finalmente se desvaneció ni bien el colectivo abandonó la zona del cementerio.


EL ACCIDENTE DEL CHOFER
Cuenta el relato que una noche en Rosario, Provincia de Santa Fe, frente al cementerio "El Salvador", un chofer de colectivo de la línea 114 iba conduciendo el vehículo medio dormido, luego de una jornada de intensa labor.

De pronto, una chica se le atravesó en la calle, cruzando de mano.
El hombre intentó clavar los frenos, pero fue inútil: la muchacha fue arrollada.


Asustado por lo sucedido y presa de la desesperación, el conductor decidió huir.


Luego de varios minutos de escape a toda velocidad y sin detenerse en las paradas establecidas, vio por el gran espejo retrovisor que la víctima estaba sentada en el ultimo asiento del colectivo, mirándolo fijamente y llorando.
Desde entonces...dicen algunos pasajeros que viajan en el horario nocturno...que la han visto  sentada ..siempre en el último asiento...llorando...
y si intentan acercarse se esfuma ....


LOS FANTASMAS DEL SUBTES DE BUENOS AIRES


Varias historias circulan en torno a los subterráneos de la ciudad de Buenos Aires, que tienen como escenario principal las estaciones de la línea A, la primera de la red inaugurada en 1913, que actualmente une Plaza de Mayo con Primera Junta.



Una de ellas cuenta que un antiguo operario de la estación Sáenz Peña concurrió a los sanitarios en horas de servicio y encontró en ellos a un hombre degollado sobre un charco de sangre.
De inmediato el atribulado empleado dio el alerta al personal de seguridad de la estación, quien acudió rápidamente a inspeccionar el lugar, encontrando el sitio en perfectas condiciones y sin ningún rastro de violencia.


El veredicto fue unánime: se trataba de una alucinación.


Al día siguiente, volvió a repetirse la situación, aunque el protagonista fue esta vez otro empleado.


Durante largo tiempo, muchos fueron los trabajadores que afirmaban haber visto al degollado en el baño de esa estación.

OTRA HISTORIA DE APARECIDOS EN LOS SUBTERRANEOS ...

de aparecidos ...Que tiene como escenario el tramo comprendido entre las estaciones Alberti y Pasco, aunque su figura central esta vez es una extraña mujer en traje de novia
Cuentan los dichos que se trata del fantasma de una joven a la que su prometido abandonó ante el altar, circunstancia por la cual la muchacha habría salido intempestivamente de la iglesia y se habría arrojado a las vías del tren

 Otra versión, más romántica aún, señala que la ceremonia del casamiento se realizó pero al tratarse de una unión concertada por los padres de los novios, la muchacha prefirió suicidarse al salir de la iglesia antes de contrariar su propia voluntad.


SUBTE LINEA A

La línea A es la más antigua de Buenos Aires. Comenzó a construirse en 1913 y en ella trabajaron numerosos obreros, muchos de ellos inmigrantes indocumentados.


La leyenda cuenta que en un punto entre las estaciones Pasco y Alberti, justo en el momento en que la iluminación de los vagones se apaga durante un instante, puede verse por las ventanillas el hueco de lo que fue una media estación.


Un agujero excavado como si fuese a albergar una estación, pero sin acabar.

Allí aparecen dos personajes, ataviados como obreros de la época en que se excavaron los túneles, inmóviles y con un aspecto que recuerda a los habitantes del mundo de los muertos, según el relato de quienes aseguran haberlos visto.
La leyenda que circula por el metro de Buenos Aires dice que son los fantasmas de dos trabajadores italianos que perdieron la vida cuando se realizaban  las obras de este tren subterráneo que acompaña a la avenida Rivadavia.

EL HOMBRE SIN OJOS QUE VAGA POR EL FERROCARRIL MITRE

Relatan algunos habitantes que hace tiempo solía verse a un hombre sin párpados deambular por los vagones de la línea de ferrocarril Mitre.


Numerosos testimonios daban cuenta de que siempre subía o bajaba del tren en la Estación Coghlan.
Sobre su aspecto circulaban distintas explicaciones.


Según algunos, se trataba del alma de un muerto que se había suicidado arrojándose a las vías.


Según otros, era un hombre de la zona que al momento de morir padecía una terrible infección ocular.


Más allá de estas discrepancias, todavía muchos vecinos del lugar buscan en el andén los ojos del hombre sin párpados, a los que se le atribuyen poderes mágicos.







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