“El Colón es el faro que ilumina la vida cultural de Buenos Aires”
Himno Nacional y juego de luces sobre la fachada del teatro Colón
Después de tres años y medio de obras, que han velado por mantener la mejor acústica del mundo, el Teatro Colón de Buenos Aires abre sus puertas al público con una nueva producción de La Bohème.
El Teatro Colón de Buenos Aires es un monumento al realismo mágico
Historias íntimas y hazañas generacionales impregnan sus pasillos hasta llegar al último de sus camerinos, donde un día se instalaron Saint-Saëns, Stravinski, Richard Strauss, Mascagni o Falla.
Sus 102 años de vida han dado gloria a Caruso, Gigli, Lauri-Volpi, Callas o Nilsson, que acudían a las funciones en barco y pasaban largas temporadas en la capital porteña.
Plácido Domingo o Teresa Berganza son la memoria viva de un coloso cuya perfecta acústica hacía de las buenas noches un agujero en el calendario, pero que también arruinó carreras a cuenta de un falsete.
Transatlánticas serán a partir de 2012 las programaciones porteñas. Porque además de los acuerdos con las casas de ópera de Chile, Brasil y Uruguay, el Teatro Colón comparte una misma vocación hispánica con el Teatro Real. Gérard Mortier va a ceder los decorados de una Aída de Verdi y se ha hablado ya de la posibilidad de coproducir a algún autor del siglo XX. “Nos interesa mucho la música de Mario Perusso y Osvaldo Golijov. Y tenemos en el punto de mira los textos de García Marquez, Borges o Julián Marías”.
Los cambios estructurales del teatro afectarán sustancialmente a su cuerpo estable. No sólo porque se haya aprovechado el tercer subsuelo para habilitar el añorado Instituto Superior de Arte y alojar el Centro de Documentación, la Biblioteca y el Museo, de donde un día desapareció un bastón de Puccini. También porque se ha reducido la plantilla de 1.360 empleados a 808. “Hemos querido optimizar la población de trabajadores en busca de un equilibrio entre la calidad y la cantidad de nuestras producciones”.
Pero si algo ha quitado el sueño al equipo de arquitectos de esta obra faraónica ha sido la preservación de una acústica que combina ingeniería italiana con acabados franceses, pero que nadie sabe a ciencia cierta a qué obedece. Por eso, cada movimiento de butaca ha ido acompañado de una medición y la recuperación del telón se ha encargado a los artistas Guillermo Kuitca y Julieta Ascar. “Espero que después de todo el esfuerzo -concluye García Caffi- los argentinos aprendamos a cuidar de lo nuestro y el teatro aguante otros cien años más”.
Para mirar con detenimiento ...
Al comienzo, están las fotos de las personas que concurrieron a la reinauguración...(podés obviarlas si lo deseas eligiendo entre las fotos pequeñas de abajo y haciendo clic sobre la que querés que se amplie.)
Hay fotos del interior y del experior mostrando la multitud de personas que se reunieron para poder observar el espectáculo que tambien se ofreció desde la entrada...
www.flickr.com/photos/buenosairesprensa/sets/72157623977103845/show/
que lo disfrutes!!
Mi amiga Ana Maria me envió este link
y quise compartirlas...
Pedro Pablo García Caffi, director general y artístico del coliseo.
geniales los festejossssssssssssssss del Bicentenariooooooooooooooooooooo bechos Irisssssssss
ResponderEliminarviste fer que buenos estuvieron...a pesar de la lluviecita...
ResponderEliminarbesotes !!
iris